Un poema profundo, donde las palabras fluyen,
como ríos de significado que en el alma se diluyen.
En cada verso un abismo, en cada estrofa un mar,
donde el pensamiento se sumerge, buscando navegar.
En la oscuridad de la noche, en el silencio de la mente,
se gesta la profundidad que el poema trasciende.
Un eco en la eternidad, un susurro en la inmensidad,
donde el alma se desnuda, revelando su verdad.
Un poema profundo es un viaje sin retorno,
un encuentro con lo íntimo, revelando un entorno.
Es el reflejo del universo en un instante fugaz,
donde la poesía y el ser se entrelazan en la paz.
En las profundidades del alma, donde yace el misterio,
se gesta el poema en busca de su propio criterio.
Cada palabra es un suspiro, cada verso una pregunta,
cada estrofa es un viaje hacia la luz más profunda.
Así emerge este poema, desde el abismo interior,
buscando en su profundidad el sentido del amor.
En cada línea, en cada verso, late la esencia misma,
del alma que se entrega en la creación que se abisma.