Quisiera ser tu falda,
tus medias y tu enagua.
Ser tu blusa, el sostén
de tus senos y tu piyama.
Quisiera ser el peine
que alisa tus cabellos.
El rojo de tus labios
y tu collar de perlas blancas.
Quisiera ser la suela
que marcan tus pasos
y el pañuelo perfumado
que escondes en la manga.
Quisiera ser la luz cálida
que pinta tus mañanas
y las dos sábanas celestes
que te envuelven en la cama.
Quisiera ser tu piel y tus carnes
para que nunca estés lejana
y además tu huesos fuertes
para tenerte en mi elevada.