"Corazón viajero,
corazón errante,
has posado tus instintos
en tal flor,
puedes continuar,
pero dulce es la lentitud,
la embolosa letra del camino,
¡Ah pesares los tuyos, pesares lo míos!
La magia de tu alba,
que vuela,
que me llene,
que nos envuelva,
¿Dónde se ha quedado ese joven?
Lo buscas,
entras en territorio ajeno,
continúa...
Corazón viajero,
latiendo hallas el remanzo,
sigue por favor,
corazón errante,
el río se precipita,
corregir error es paz,
internamente estamos llenos,
pero nos falta el cuerpo,
allá el alma y la razón,
si la necesidad es presencia propia,
que a la mente despeja,
estoy en malos momentos,
corazón viajero,
corazón errante,
encuéntralo...
ámalo a morir...
Corazón viajero,
corazón errante,
late ya que lo amo más..."