jvnavarro
Y VUELA LA IMAGINACIÓN
Navega este poema
sin cartografía náutica alguna,
va esquivando atolones,
va a la deriva,
entre aguas azotadas por tormentas
y zarpazos de las arpias
que salen en las horas de nocturnidad
agitando con sus garras la quilla,
de ese barco embebido de ron
y de angustias,
que se desliza
por el pensamiento alambicado
que sirve de coraza dura,
al poeta de horas muertas,
ese que hiere el alma de la escritura
con cosas que solo van y vienen
a los amantes de la poesía,
esos que son capaces de ver en la luna,
algo más de lo que explica
de una forma muy científica
la astronomía más estricta.