No me faltes nunca
pedacito de mi alma
mi ángel pequeño...
Tanto has ayudado
con tu cita diaria
a paliar mi pena!
No me faltes nunca
trocito de cielo
mi ángel pequeño...
Tu alegre ternura
ya puso en mi pecho
tan calmo consuelo.
Angelito mío,
lleva en tu recuerdo
mi callado aliento
susurrando suave:
Trocito de cielo...
¡consuelo de mi alma!
a María Belén
De mi libro “Del ser de mi existencia”. 2018 ISBN 978-987-4004-71-0