Usted no sabe la sencilla razón
que parece sencilla pero no lo es
que me sucede a diario cuando la veo.
Maravilloso el estruendo inaudito
que a pesar de estallar en mis silencios
resuena profundo reconfortando mis días.
Despojando unas tantas, y no sé cuantas
intenciones lábiles interrumpidas de acercarme
y de contarle, sin saber a ciencia cierta qué.
Ya van mañanas, y no una sino varias
que me creo la mentira de agradarle
y tal vez sea esa mentira la que me aleja.
Desconozco los motivos, que consciente estoy,
existen y se fundamentan principalmente
en la desconfianza que me gobierna.
Ah, sí tan solo fuera alguien diferente
y no por la pinta sino por lo que trasciende
y me bastara con seguir lo que me dicta el corazón.
Que hermoso es contemplar a lo lejos
su fresca claridad y su textura dorada
¡Que me voy haciendo a un lado por si pasa!
Le confesaría algo que nunca escuchará
porque he decidido guardarlo aquí en mi pecho
y por eso mismo he decidido no escribirlo.