De nuevo estoy aquí,
En la orilla, asmiliando la vida,
Pensando si merece la pena vivir
Pensando si merece la pena intentar.
Estoy aquí otra vez hundido en soledad,
Siempre estuve así rodeado de ausencias
Porque importaba más reír que llorar,
¡Y lo intenté!
pero las lágrimas sólo rodaban sin más.
Estoy aquí y no sé si sea bueno,
Me quedo viendo el fondo de todo ésto,
El salto que voy a dar al vacío
Que cambiará todo para mal.
Y no me refiero a mí,
Hablo de los que quizá me quieran,
Y decir quizá basta,
Porque no lo sé con certeza
¿Que alma podria siquiera pensar en el alma mía?
Cuando siempre hay algo más en la vida,
Nada se detiene por alguien que salta,
Todo siempre sigue su curso natural,
Excepto hoy...
Hoy estoy acá, no de espectador,
Soy el que va a saltar,
Una cuerda hubiera bastado,
Pero el salto llamaba a la brevedad
A veces es un simple salto de fe
Para poder dar ánimos y avanzar,
Y otras como hoy
Con saltos para acabar,
Saltos para finalmente descansar
Otra vez estoy aquí, acompañado de la soledad,
Terminando un día que apenas va a comenzar,
Quizá sea lo mejor
Para este hombre de dolor
Hoy el cielo es gris,
A pesar de que el sol acaba de salir,
O quizá mis ojos oscurecen
Que ya no veo luz alrededor
Pero es algo tonto hablar en presente,
Cuando ésto es un pasado singular,
Algo que no se puede cambiar,
Algo que no se puede pensar
Una decisión que no se puede reemplazar
Porque es un salto que se ha dado ya
Para dar punto final
A una historia sin contar
Una vida que hace tiempo había acabado ya.