y vuelven los naranjos del otoño
el esplendente bronce
de sus cascaras
otra vez son los arboles
que en el frio
conservan la firmeza de sus hojas
la exquisita sustancia
de sus frutos
un recuerdo que viene desde lejos
se torna aroma
entre las manos asombradas
unos ojos de niña
y un vestido claro
me devuelven la imagen
el circulo del sol
brilla sobre la vereda
en el centro del corazon
sella la magia