Tengo el alma tan destrozada
Que mientras se mezclan con mis lágrimas
En el suelo ladrillado
Veo pasar cada recuerdo agrietado
Recojo cada pequeño trozo
Intentado que no se desmorone en mis dedos
Todo va a la canasta de mi corazón
Aún así quedan trozos sin utilidad
Otros tan pequeños que causaran suturas
Mis dedos se tiñen rojo del vidrio roto
El rostro distorsionado que alguna vez fue dignificado
Se pierde en los escombros de un alma perturbada