jorge enrique mantilla

Mujer ingrata

*Mujer ingrata*
Poema de *Joreman*
Porqué te marchaste mujer ingrata cercenado mis libertades?
Me dejaste la vida llena de temores de miedo y oscuridades
Si tu amor me traía rendido y de rodillas a tus voluntades
Tus ojos, tu cuerpo y tu corazón, llenaron de ansias mis necesidades
He conocido muchos jardines, pero el tuyo me llenó de felicidades
Tus fragancias, tus aromas me enloquecieron en tus intimidades
Mujer ingrata, embaucadora, errante y forajida, llena de tempestades
Sólo dejó un remolino huracanado de sombras que arropó mi corazón de fatalidades
Te llevaste mi vida, mi pasión, mi querer y mi adoración, llena de generosidades
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Mujer ingrata, me llenaste el alma de sueños e imaginaciones
Te fuiste una noche entre sombras, como vil vagabunda, arropada de confusiones
He cruzado tierras, cercas y vallados, fronteras y callejones
Ríos, valles y montañas, fríos y veranos, sin otoño de las estaciones
Guiado por los rayos de la luna y el lucero del infinito y sus dimensiones
Mujer ingrata, guaricha y bandolera, el lastre y piedra de mis maldiciones
Barrotes de mi celda y sangre derramada de mis prisiones
Perdí el norte, el trabajo y la brújula que guiaban mis ocupaciones
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Me volví errante, solitario y vagabundo por culpa de esa ufana, arrogante y engreída figura
Buscando de la mujer ingrata, la tormenta que acecha mi locura
Voy de tumbo en tumbo, sin escuchar lo que la gente a mi alrededor murmura
De cantina en cantina, de bohemia y licores que a mi corazón con soberbia tortura
De cabareteras rozagantes y pechugonas, sólo busco de aquella mujer, las enaguas de su armadura
Pasan los días y las noches  y perdí del caballo hasta la cabalgadura
Enamorado, ido y perdido, como gobiernos y políticos enmascarados con la envoltura de sus dictaduras
Entre parrandas, de trasnocho y alcohol, que arden de pasión mi calentura
El tiempo pasa, las heridas no sanan y el amor de aquella mujer ingrata me asesina y tritura
El corazón sangra y los latidos no olvidan, como de culebra, que se desliza sigilosa con su mordedura
Mujer ingrata, fuiste mi amor, mi pasión y mi vida y el acabose y desgracia de mi desventura
Tirado, solitario, agonizante e inerte, en un muladar de estiércol acabó de la vida mi tortura
Sin ataúd y sin sarcófago, desnudo y sin nombre, sin Cruz, sin lápida, ni velorio, me lanzaron una noche oscura a la triste y lóbrega sepultura.
*Joreman*
*Jorge Enrique Mantilla*
Bucaramanga marzo 21-2024