Y que de malo sentir...
Tus palabras fluyen como un río sereno,
donde las emociones se entrelazan,
y los suspiros se posan en los labios.
Tan cerca, tu cuerpo y tus besos
como notas en una partitura secreta,
que solo nosotros dos podemos leer.
Tú aroma, un perfume de memorias,
se adhiere a mi piel como un tatuaje,
y en cada encuentro, se renueva la pasión.
Cuando te veo, la cámara de mi alma dispara,
capturando momentos en el lienzo de mis recuerdos,
y tú, mi musa, eres el cuadro más hermoso.
A la vez, sé que el tiempo es un ladrón sigiloso,
que roba instantes y los convierte en nostalgia,
pero aún así, quiero atesorarte en cada pincelada.
Tantas veces, he pronunciado tu nombre al viento,
como un mantra sagrado que me conecta a ti,
pero quizás, en algún momento, seré solo un eco.
Tú ya no quieras nada más y eso está bien,
porque en este instante, en esta melodía compartida,
somos eternos, aunque el reloj insista en lo contrario. 🌹