jvnavarro

Y LLEGĂ“ LA PRIMAVERA

 Solo es esto lo que hasta ahora ha llegado
y lo ha hecho sin subidón
ni alquimia alguna.
Alguien vio el día y dijo,
se llama primavera,
y otro alguien apostillo
con su verde y puesta a punto
para que entren a saco
en ella
todo los poetas.
 
Es bueno saber que,
solo es dulzura que se presta
al juego del amor;
que solo es el trino
 de las aves que nos llegan
hasta allí donde construimos versos,
para decirnos a todos
que salgamos a verlos
camino de otros lares,
para regresar a la noche
a las copas de los árboles
donde tienen sus casas
nuestros poemas.
 
La primavera es agreste
y bucólica por naturaleza;
es linda y bella azucena,
 al parecer siempre de fiesta;
es ojo que se acerca 
al remanso del agua
para verse en ella;
es doncella de blanco vestida,
ninfa perdida en la espesura
de un bosque de coníferas,
junto a un arrollo de vida esperando 
a su príncipe de los libros de caballería;
es anatomía suelta,
verso libre , encaje perfecto
para ir de fiesta.
 
Mi primavera se sabe
ella reina de las estaciones,
porque de ella se espera,
el azul de los cielos,
en esos días de claras puestas,
en que ondean
 al aire las melenas,
de los árboles que galantean,
con más de más,
el firmamento y las estrellas,
siempre de la misma manera.
 
Ha entrado ya ella 
y aquí estamos los poetas 
de la eternidad del universo
 esperando su bendición, 
para que ya ungidos
de algo más que de invierno frío,
comencemos  a sacar hacia fuera 
los colores que presagian,
que ya estamos dispuesto
para dejarnos llevar de la mano por ella,
hasta allí donde toman el sol
los versos más libres,
con sus rimas y carencias,
con su todo convertido 
en corazón, alma y vida.