Mi bella dama, mi princesa hermosa, la mujer que me inspira y por la que lucho.
Eres la fuerza, la luz y la energía que me guía y revitaliza cada día.
Mi amiga, cómplice, novia, amante y esposa soñada y deseada.
Tus besos son necesarios, para nutrir y encender mi espíritu.
Las caricias son ese aliciente por el cual puedo batallar día a día.
El tenerte entre mis brazos y hacerte el amor, me fortifica el alma.
Tu suave piel de ébano, es el matiz perfecto que me relaja.
Soy tu más ferviente vasallo, e incondicional seguidor.
Vuelve a mí y sé la que calma y controla mis pasiones.
Sé la dueña de mis deseos y ayuda a mi lujuria.
Más que mi Princesa hermosa, eres la reina de mi mundo.
Un mundo que no tendría sentido si no estuvieras a mi lado.
G3