Jorge L Amarillo

EL DISPARO

Su adiós fue un preciso disparo
tan imprevisible y tan certero,
repentino en aquella noche oscura
qué golpeo dentro de mi pecho.
 
 
No pude evitar el lacerante daño
vi correr mi sangre y mis sentimientos,
me desbordaba la angustiante locura
de ver cómo se morían todos mis sueños.
 
 
Un disparo preciso y tan exacto
que en mi corazón me dio de lleno,
que movió todas mis estructuras
dejándome herido entre silencios.
 
 
El golpe fue cruel y fue franco
de pronto el tiempo me dejó sin tiempo,
un disparo mortal en la noche sin luna
para morir allí en los brazos del viento.