Tienen una oferta para usted.
Da igual que caves una zanja
antes de tirar el teléfono dentro
y rellenarla de cemento armado;
te seguirá sonando el móvil
para ofrecerte su producto.
Aunque te subas a un barco
y arrojes el teléfono al fondo
de la fosa de las marianas,
emergerá el tono de llamada
para ofrecerte su producto.
Puedes poner el celular
debajo de una apisonadora
hasta dejarlo como un sello:
¡Riiiiing! ¡riiiiing! Producto
indestructiblemente barato.
Como cojas la llamada
y te vean dudar un segundo,
y solo por educación
les digas que quieres escuchar
su oferta, no habrá manos libres
que te desencadene de su oferta.