Matias 01

Una sonrisa…

Con la locura del aire sueles llegar, al caer

la tarde,

cuando el camino del pasado me desborda

los ojos

y el humo del cigarrillo revolotea

desorientado,

como yo mismo

cuando estoy perdido entre las calles.

 

No es el silencio ni son las sombras,

es el susurro acorralado de un beso

que se ahoga

en la vieja sed de mi desesperada sangre

lo que me deja absorto,

en ese naufragar de siempre, en tu mismo

cielo.

 

Tu sonríes mientras mis pasos se dirigen

hacia el parque,

ese lugar lleno de huellas y rostros

urgidos de lluvia,

de viejos árboles que soportan la sequedad

del viento,

donde me siento a trasgredir las líneas  

del tiempo: ¡recordándote…!

 

No es tristeza, solo una larga mirada,

ensimismada

en el horizonte

que me arranca una sonrisa que no se apaga,

que no se apaga…