Hay quien habla de la muerte y su tristeza.
De despedidas eternas sin regresos,
de lo súbita que llega y se presenta;
llevándose desde niños hasta viejos.
Y es que ella desde siempre es muy pareja;
no mira condición tampoco grado,
ni raza, ni color a ella acomplejan.
Jamás se separá de nuestro lado.
Es siempre la mejor en dar sorpresa.
A todos nos observa de cerquita,
se sienta en una banca calmadita
y luego nos alcanza con destreza.
Nadie se escapa nunca de la muerte,
a todos nos pisa siempre los talones.
Se siguen llenando los panteones,
terminamos ahí igual con o sin suerte.
Me pregunto si es que rie o si llora
cuando ya nos tiene de frente.
Desde siempre entre nosotros mora,
mi gran duda es si tiene dientes.
La vida y ella parecieran lo contrario,
sin embargo van siempre de la mano.
Mientras una trae dolor al inicio,
al final la otra logra quitarlo.
Una negra vestidura
a ella siempre la distingue.
Es la vida una luz pura
y ella quien siempre la extingue.