Estoy solo… sentado en mi escritorio,
La nostalgia en mi vida ya no es nueva;
Pero se ha vuelto ya, mi nuevo purgatorio,
Ahí pago mis errores y cumplo mi condena.
Condena que por justa me mata y me aterra,
Ya que dócil me lleva, de regreso a mis excesos;
que hicieron de mí un accidente en esta tierra
a la que manché sin piedad con mis desechos.
Por eso repaso las hojas de mi vida y mi estipendio
por más que trato, no puedo limpiar lo que he hecho
aunque arranque las fojas de mi archivo con delirio
regresan los recuerdos de esas noches de despecho.
Es claro que, el tiempo cruel, no puede atrás echarse,
Así que la vida sigue su camino de forma inexorable…
he de afrontar mi realidad un día o una tarde inefable,
en que dejaré este mundo donde pequé hasta hartarme.