El sonido musical es exquisito,
la elegante sobriedad se manifiesta
en una grata sensación
suave y placentera…,
y atento a la lectura
voy diciendo en cada nota
el sentir del esplendor
sencillo y atrapante,
las paredes escuchan vibraciones,
la hamaca pensativa, cuando
el sombrero me queda viendo,
atento, la apetitosa noche va creciendo
lo divino, la perfecta sensación
de una soledad especial,
no todas son así…
momentos de oración a mi manera,
por los que estamos enfermos
de algo, mi mente eleva las plegarias,
con toda confianza pienso y siento
en todos los enfermos de mi alma,
que toda la tristeza se vuelva
en alegría, en que seamos libres
de dolores, que podamos vivir
con lo necesario, que los enfermos
sanen, que las almas se agiganten,
que cada uno sea un consuelo del otro,
que estemos conscientes
que todos sufrimos, y que otro llora
al vernos sufrir, y que al fin sólo queda
la satisfacción de haber amado,
de haber vivido, los instantes de sanidad
y de gozo, de amor, y de una compañía
necesaria y eterna.