Rompiendo cristales,
se rompe el silencio,
el frío del vidrio roto
se cuela en el alma.
El sonido agudo
resuena en la habitación,
como un grito de dolor
que no encuentra consuelo.
Rompiendo cristales,
se rompen promesas,
se rompen corazones
y se rompe la calma.
Entre escombros de cristal,
se encuentran los pedazos
de un amor destrozado,
que ya no tiene reparo.
Rompiendo cristales,
se rompe la ilusión,
se rompen los sueños
y se rompe la razón.
Pero entre los cristales rotos,
brilla la esperanza,
que con paciencia y amor
reconstruye la confianza.
Rompiendo cristales,
se rompe la tristeza,
y en cada pedazo roto
nace una nueva fortaleza.
Así que no temas romper,
los cristales del pasado,
porque detrás de la ruptura
siempre hay un nuevo comienzo esperando.
“Serl “