Pronuncie tu nombre
bajo el viento matutino
y fue como un suave murmullo
que abrazó mi corazón,
sentí la necesidad de verte
y cerré mis ojos,
eche a volar mi mente
y te vi caminar entre nubes,
bajar siendo rocio
que estremece la piel,
Grite tu nombre
y el abrazo se torno
tibieza envolvente,
el suave murmullo
se desvaneció,
se evaporó al calor
de la melancolía y el anhelo,
al abrir de mis ojos,
vi tu sonrisa en el amanecer
y escuché tu voz
en el trinar del campo
cómo alegre canción
que engrandenció este gran amor
Aguila Solitaria
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