Joel 79

Carta 10

Girasoles 

I

Es curioso que aún te piense, que recorra sobre mí un gran viento helado

Cada te veo, cada que recuerdo, cada te sueño, es que es inevitable

Te veo en todos lados, confundo a la gente, pienso que puedes ser tú

He intentado de mil formas desapegarme, marcharme, pero no es posible

No es posible marcharte de uno mismo.

II

Vuelvo a abrir una y otra vez aquella herida, que no puede sanar

Es extraño que tú y yo seamos unos extraños, evitando desesperadamente extrañarse

Viendo el mismo cielo, las mismas estrellas y sintiendo el mismo frío que solo puede controlarse, con nuestros brazos

Con las frecuencias sincronizadas de nuestros latidos, de nuestras manos

Con juegos de miradas infinitas que terminan en un beso o una sonrisa

III

Tal vez fuimos las personas correctas en el momento equivocado

¿Y si ese momento equivocado ya acábese?, y si ahora es el momento correcto 

Y si tan solo curásemos nuestras heridas el uno al otro poco a poco

Y si tal vez y solo tal vez… terminásemos esta historia con un final feliz

Lleno de girasoles, con dulces atardeceres, mirando a la nada y sintiendo todo

Porque contigo los imposibles son posibles y las tristezas son controladas 

Porque un día rogué a Dios y me escucho porque ese día te conocí