Cuando te sientas solo,
cierra tus ojos
y escucha el murmullo
del viento que llega
con mi voz
y acercandose a tus oidos
te das cuenta que...
mi alma te llama.
Cuando tu me necesites
no dudes, no temas.
si lo deseas, llamame,
que estare esperando
tu llamado, tu llegada,
con la esperanza
de que mi voz aquiete
tus dudas, tus penas.
Cuando al reflexionar
sobre nuestra amistad,
te abstengas de venir
a mi, piensalo,
no hay impedimentos,
para que te acerques,
siempre estoy esperando por
tu sonrisa, tu mirada,
tus palabras, por ti.