Vi en la mañana a una rosa
que feliz se regocijaba
porque la lluvia mojaba
su vestimenta preciosa.
También vi a una mariposa
guarecerse en una hoja
que la abrazó sin congoja
protegiéndola jactanciosa.
Hileras de hormigas corrían
de manera vertiginosa
cada una muy nerviosa
porque al agua le temían.
Tu amor mi amor seco mojó
con el agua de esa llovizna
y lo amarró con una brizna
que mi corazón cobijó.
Amelia Suárez Oquendo
26/03/2024