Tengo páginas escritas
de una loca fantasía
que me asalta el pensamiento,
que me atrapa el sentimiento
con un frenesí de altura.
Llevo una vida guerrera
con un enemigo invisible
y no le encuentro salida,
y me pierdo en la desdicha
camino de la locura.
He recorrido la mar
de proa con las tormentas
que bregan contra corriente,
que ocultan al sol naciente
acorralado en la bruma.
Vienen a mi mente inútil
ideas de loca fe
y se me agrandan los cielos,
y se me ahoga el deseo
en un pozo de amargura.
Paloma de paz honrosa
acércame la alegría
que mis manos ya no agarran,
que mis venas se desangran
y bañan mi sepultura.
Hay caminos escabrosos
que no tienen un final
y yo camino por ellos,
y yo me malogro en ellos
atado y sin ataduras.
Al azar no lo controlo
porque es esquivo y ladino.
Que el esfuerzo es de valientes,
que no me acompaña la suerte,
me rasgo las vestiduras.
He gastado mi energía
en luchar por imposibles
y no me quedan arrestos,
y llevo un letrero puesto
que dice malaventura.