En un banco de madera
están sentados una pareja de amantes.
Dándose la espalda.
Nada de lo soñado acontece.
Él mirando hacia el este
picando cacahuetes.
Tendría que volverse y mirarla
pero no lo hace.
Ella contempla el oeste
con un atardecer sepia de horizonte.
¡Tantas veces ha mirado así la tarde!
De mientras pela unas pipas
y las cascarillas ensucian la calle.
Mi subconsciente me dice
Que algo sucede.
No importa.
Una hora es mucho tiempo.
¿Para dónde soplará el viento?