HISTORIAS EN LA ARENA

Me desperté, escuchando tus suspiros al viento,

tratando de creer que no era un sueño,

tocando todavía tu espalda con mis manos

tu piel suave, preciosa, como un lienzo en blanco.

entre masaje y caricias, observo de lejos

las olas danzantes, trazando caminos 

a tu sentido salvaje

como si el mar mismo quisiera 

imitar tu libertad

y yo, un mero espectador

rendido ante tu belleza

el viento susurra secretos en mi oído,

mientras mis dedos siguen su danza sobre tu piel,

cada roce un verso,cada caricia un poema,

y tú, la musa que me inspira mis sueños despiertos,

así, en estos momentos, en estos instantes,

entre suspiros y mareas plenas

nos encontramos en un mundo aparte

donde el tiempo se desvanece.

Darte las gracias de compartir conmigo

tan bonitos presentes,

aunque solo sean vivencias

de historias escritas,

bañadas por las olas de un poeta errante

que siente como se desvanecen 

con la fuerza de la naturaleza,

aunque siempre quedaran latentes

junto al viaje de la luz de las estrellas