Bienvenida seas
Suprema Bondad
siempre reluciente
como aurora
y siempre tan florida.
Amada seas
Belleza elevada
anhelo del planeta
fruto de la vida.
Susurro eres
del corazón humano
y estás en la azucena
que es tan linda
y en la divina nube,
y en el aire, y en la lluvia
y en la puesta de sol
de cada día.
Esquiva acaso eres
como el amor
y generosa también
como las flores.
Bondad dichosa
te abro los brazos
ven a este encuentro, ven de prisa
porque a cada instante yo te espero.
Que tus destellos amorosos
lleguen a mi esencia, en cada aliento,
ya que siempre yo te sueño.