Darío Méndez
A solas con el enemigo
\"Ya se pasó más de un año de aquel fatídico suceso. Si bien la angustia ha bajado hasta su cauce, hoy me enfrento con un enemigo implacable: la ansiedad. Como una víbora cautelosa se oculta en las sombras de mi nueva casa. Cuando estoy distraído, aparece de la nada, con inoportunas ocurrencias, preguntas cargadas de dudas y de sospecha, indaga y escarba como un sabueso el dolor que creí estaba bien enterrado y es entonces cuando la angustia comienza a subir la marea, las olas feroces del auto boicot, golpean mi pobre barca, apenas amarrada al borde del muelle de mi cordura.
Este enemigo es implacable, sin misericordia. No respeta a los caídos, intenta convencerme todo el tiempo de que mis debilidades son mayores de las que son, y que mi capacidad para superar este trago amargo de mi vida, no es suficiente. ¿Suficiente? ¿He sido suficiente? ¿He dado con la talla?
La vida agitada de esta sociedad consumista, me pide estar a la altura de las expectativas, yo solo quería ser un buen recuerdo por los años vividos, pero ella prefirió la indiferencia.\"