La mañana ha llegado, me apetece
escribir un soneto consonántico
mientras leo noticias de lo cuántico,
si no, ¿cómo saber lo que acontece?
Olvidaba a la planta que no crece...
cuando voy a regarla, escucho un cántico,
mi vecino se ha puesto algo romántico.
Me ve, saluda y un café me ofrece.
Con café y con el diario ya estoy listo;
me acomodo en la mesa a trabajar.
Escribir el soneto... ¿en qué inspirarme?
Me distraigo... porque al vecino he visto
bailar en calzoncillos... Va a dejar
eso huella... no puedo concentrarme.