Para sanar una herida
que ha dejado un desengaño
y amar no nos cause daño
te ofrezco vivir la vida.
Sin restricción ni medida
sincronizando en el modo
para encontrar el recodo
donde nos junte el camino,
agradeciendo al destino
por disfrutar codo a codo.
No serán solo vergeles
o caminos pedregosos
procuraremos ansiosos
sujetados por cordeles
como invisibles corceles
avanzar por el camino
que a voluntad del destino
lo torne siempre visible
logrando hasta lo imposible
en nuestro amor peregrino.
Por las vertientes del alma
donde fluyen las pasiones
se suceden sensaciones
que llenan de luz y calma.
Como quien guarda en su palma
el resplandor de una estrella
para que el brillo sea huella
y deje marca notoria,
sintiendo así nuestra historia
que es de todas la más bella.