No me gusta ir a la ligera, como todos.
Me gusta respetar mi espacio y tiempo,
subir cada escalón con paciencia, muy lento,
sin perder nada y sintiendo todo.
La gente siempre va rápido, porque piensa que la vida se le acaba.
Sí mi vida se acaba en este paso de tortuga que día a día doy,
¡Me iré feliz!
porque respeté mi pequeño hogar,
mi caluroso lugar y mi basta tempestad.