Ely.M.

¡Ya para que!

 

Ya no querré flores
cuando no pueda oler
su dulce aroma.
Ni querré que vengas
a mi nuevo hogar a
visitarme.
Porque cuando quise
tu presencia me la
negaste.
Porque ya no viva
no podré mirarte.
Entonces vete a
otro lado con tu amor
fingido.
Con el pesar de que
pudiste estar conmigo.
Tu llanto no lo escucho,
ni tu arrepentimiento.
A otro lado con ese cuento.
Que no te podré oir
porque estaré yerto.
Mi cuerpo oculto
bajo la tierra,
alejado de la vista
de cualquiera.
Ocupado durmiendo,
ocupado en un sueño.
Ocupado y con
mucho tiempo.
Mientras se mutila
mi cuerpo.
Mientras quedó en
puros huesos.
De nada servirá
el traje que me compraste,
cada lágrima que derramaste
las velas que encendiste.
Si cuando te necesité
no estuviste.
Cuando te pedí vernos
no viniste.
Y cada llamada mía
era rechazada.
Vienes a querer arreglar
lo que ya no tiene arreglo.
A querer velar mi sueño.
Aún sabiendo que para mi
no habrá mañana.
Es triste cuando se
hace tarde
para querer hablar,
para querer venir.
Es triste que vengas
a buscarme
cuando sabes que yo
me acabo de ir.