Dos luceros, una luna, y tu cabello,
cual vientos soplan en tu arcano.
Dos luceros, una tierra, y un llano,
que absorbe a cierto tallo, tu vello.
Dos luceros, un cuerpo y tu cuello,
cual visto con encanto por temprano.
Dos luceros que caminan de la mano,
que se acoplan al cabello con destello.
Dos luceros, un cabello, y tu destello,
que cabalgan juntos en tierra dorada
como luna de viento y un solo vello.
Y en la lejanía ni otros cabellos, ni nada,
y sólo en el llano se asoma un solo cuello,
con los cabellos al viento y tú, muy alabada.