Hay silencios que se mueren en la noche
donde las almas se mueven buscando a las estrellas,
donde el destino errante en busca de los caminos
dibuja sus pasos detrás del paso de sus huellas.
Huérfanas heridas anidando en las carnes
mientras las sombras danzan jugando entre la niebla,
y una lágrima que cae besando siempre las mejillas
mientras el mundo impetuoso da vueltas y vueltas.
Una brisa que remueve a las hojas ya caídas
cuando el tiempo cobarde no sabe ya de esperas,
mientras los sueños corren sin detenerse
y aun sin el fuego siento que estoy en una hoguera.
Solo una noche transmitiéndome sus sensaciones
de mi tristeza que con la luna se hace más intensa,
voy a deshojar las penas que lleva mi corazón
y mi vida en brazos del viento hace mucho tiempo lleva...