Devuelta cual ave Fénix, resurgiendo en fuego y luz,
renace el alma, poderosa y audaz,
desde las cenizas del dolor, emerge la verdad,
con alas de esperanza, hacia el cielo va.
En el crisol del dolor, se forja la fortaleza,
y en el fragor del sufrimiento, nace la belleza,
el corazón quebrado, con amor reconstruido,
en el vuelo imparable, encuentra su destino.
Como llamas danzantes, en danza celestial,
la fuerza del renacer, es un eterno ritual,
cada caída es un impulso, cada herida, un motivo,
para elevarse más alto, con valor decisivo.
Resurge la pasión, como un sol al amanecer,
iluminando el camino, con su resplandecer,
y en cada nueva aurora, se escribe una historia,
de resiliencia y coraje, en la eterna memoria.
Devuelta cual ave Fénix, en ascenso majestuoso,
con el fuego del alma, ardiendo glorioso,
alzando vuelo hacia el cielo, sin temor a caer,
renace el espíritu, ¡y vuelve a florecer!
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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