Efímeras luces, brillan
por entre los tizones
de frígidos ancestros,
y el hielo, crepita
Las pisadas crujen,
horadan inicuas huellas,
luciérnagas modelan
la escarchada noche
La feroz furia intestinal
levita el lóbrego recodo,
el aquilón azuza con rabia,
el cencio rasga la danza
La utopía se eleva,
por entre siniestras
sombras de calcinados
abetos abatidos, extenuados
El encrespado flujo
barrena el hielo,
el recuerdo se quiebra,
deshonra crípticos hados
La pitonisa en el oráculo
debate al viento;
emerge la doncella
entre la espinuda jara
Se contorsiona el Ladón
estrujando el cosmos;
serpentea la diosa Éride
cual crótalo de seda
El irrespirable éter
envuelve y libera,
el anhelo de aqueste
restriñido, falso geldre
¡el álgido céfiro induce la dulce quirina!