¿Quién es el sofisticado y dulce caballero
que perfuma con incienso y con jazmín
el santuario de oro del divino jardín
de las alturas, caminando en su sendero?
¡Es Rubén, Rubén! El Poeta soberano,
Él es la estrella hermosa en los celestes
cielos, que brilla gigante en las huestes
¡Majestuoso como Emperador Romano!
Ha salido a adorar a su Olímpica amada,
la bellísima Venus, su diosa,
labios de ciencia, desnudez de rosa...
Los rodean blancos cisnes inmaculados;
prende el altar con un beso en llamarada,
como un Sumo Sacerdote enamorado.