Tomás Osorio del Río

Ética del mercenario poético

Quien escribe no ha ganado batallas,

ni aplausos, ni lisonjas, ni dinero,

no importa cuán fruto de tu esfuerzo

hayas extirpado en vano cada mañana

ni cuántas canas manchan tus cabellos.

 

En literas duerme la sonrisa que me escribe

recuerda toda flor y todo pétalo

pero cuesta hacer memoria entre los tuétanos,

y uno tiene ganas de rendirse.