Quien escribe no ha ganado batallas,
ni aplausos, ni lisonjas, ni dinero,
no importa cuán fruto de tu esfuerzo
hayas extirpado en vano cada mañana
ni cuántas canas manchan tus cabellos.
En literas duerme la sonrisa que me escribe
recuerda toda flor y todo pétalo
pero cuesta hacer memoria entre los tuétanos,
y uno tiene ganas de rendirse.