Yo te amo, señor mío
desde este charco impío
yo te amo,
te amo en tu tormento
siento mío tu lamento
y tu camino sangriento
yo te amo,
amo tus manos pisoteadas
y tu triste mirada,
humilde carpintero
sé que me amaste primero
si quieres darme miseria
aceptaré mi tragedia
y verás que en un mundo sin luz
seguiré aferrado a tu cruz.