INFIERNO.
Sólo quise llevar este amor,
a los confines del cielo
y me llevó a linderos del infierno,
entre intriga, desprecio y celo.
Y viví su fuego abrasador:
ungido sobre aras del amor.
Fue su desprecio: Promesa,
su intriga: Paz y Certeza,
su indiferencia: Cálido Beso
y su Calvario… Redención,
quedando sin alma ni corazón.
¿Qué más podía pedir,
si era amor y amaba?
Y me fue tan grato sufrir,
que aun sufriendo la adoraba.
Porque amar es vivir
y apetecido su averno.
Quizá absurdo mi sentir,
pero no es paranoia,
porque al epílogo del sufrir,
avizoro su paz, su gloria.
Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)
Agosto 16 del 2015.