Sentados muy lejos, tan cerca…
Decirle adiós a los inventos como deben hacer su intento cada cual…Cada cual una brisa de tentaciones ahogadas en estas vidas; por estas miradas que son suplicios de sueños regocijados al anochecer… Perpetuas las huidas, decirnos mentiras, ante la irrealidad de la rutina, pensar que se esta desquiciado y no realmente escuchando los muros desvanecer.
Consciente dominio del perdón, aquellas preguntas faltas todavía de respuestas, cuestionarios de llamadas extraordinarias; y al parecer cualquier detalle puede ser una pregunta, una respuesta o sinceramente una falsa contestación. ¿Qué ha sucedido entonces con las supuestas propuestas, labrados tatuados en nuestras efímeras y ocultas siluetas?
Es un sentimiento mutuo que sin musitar canciones convierte sus letras en enredaderas, que demarcan las palabras para no seguir con esta morada de pretextos para continuar construyendo aquellos besos cuidadosos recorriendo esta cintura de mis deseos silenciosos. ¿Cuánto puede contenerse una respiración?
Cuando las aves vuelan al cielo, dejando perfumada la almohada que reposa en el lecho madrugador, a esos vuelos que logran comprobar volver a soñar. Cuando las sonrisas son el viento volando entre plumas, embriaguez en cama y copas de mis manos; son poemas ahora capaces de volver a tocar, enemigos en la huida conscientes de amar.
2:45 PM Sábado 3/11/2001