En el corazón de la noche más oscura,
donde las sombras se ciernen con fuerza,
surge una luz, tenue y segura,
la resiliencia, estrella que despierta.
No es la ausencia de dolor o de miedo,
sino la valentía en la tormenta,
el poder de un espíritu sereno,
que ante la adversidad se reinventa.
Es el árbol que se dobla y no se quiebra,
bajo el peso del viento que arremete,
y en cada prueba que la vida celebra,
más fuerte se alza, más alto compete.
Resiliencia es el arte de la vida,
la danza entre la lluvia y el sol,
es saber que tras la herida,
hay una lección, un nuevo rol.
Así, con cada paso y cada caída,
se forja el alma, se curte el corazón,
pues cada fin es una nueva partida,
y en cada fin, resurge una canción.