Sonaban golpes en el aire
por el choque de los hierros,
traía el viento, olor a sangre
se oían gritos a lo lejos,
se podía oler la carne
y el hedor a muchos metros.
El silbido de las flechas
atravesaba los montes,
y la vida de los hombres
una a una se marchaba,
sin que nada lo detenga.
Me encontré sin darme cuenta
en medio de la batalla,
usé mi escudo y mi espada
por defender mi bandera
y en su nombre, atravesaba
a todo aquel que viniera.
Se tiñó el suelo de sangre
y la muerte estuvo cerca,
me hirieron, brazos y piernas
mas no pudieron matarme,
no permití que ocurriera.
Ahora, ya se ha acabado
ya no se oye gritar,
solamente el lamentar
que tienen muchos soldados
miro al campo, esta sembrado
por vidas que ya no están.
Esos hombres han luchado
por ganar su libertad,
y otros tantos, se han quedado
en la tierra por luchar,
la batalla, se ha acabado.
Ahora reina el silencio
por quejidos, quebrantado
el aire, seca los cuerpos
entre la sangre y el barro
ahora, que ha terminado.
Ahora empieza la batalla
de enterrar a los soldados,
ahora, comienzan los llantos
y lágrimas derramadas
a lo largo y ancho del campo.
Han quedado muchas solas
de las que estaban casadas,
y muchos hijos quedaban
con las madres que los lloran,
en la tierra ensangrentada.
Ahora quedan entierros
y penar, por esas vidas
ahora, la lucha termina
y empieza ese lamento
y el dolor de las familias.
Que lo mas duro de la guerra
no es el campo de batalla,
es la pena que no acaba
de los que velan y entierran
a esos, que tanto aman.
Sonaban golpes de aire
rodeados de silencio,
el ruido fue muriendo
junto al olor de la sangre,
y los pocos que vivieron
lloraron por los que parten.