Pido disculpas, he errado:
En la poesía he sustraído
un azúcar amarrado
a un lenguaje distinguido.
Más en la prosa me distraigo.
Amanezco sometido
a la carga de conceptos,
menester de aguerridos.
¿Qué has de darme poesía?
Por amante de la prosa
no disfruto fantasías.
No te tomé por esposa,
cuando eres amante mía,
de un casado con su prosa.
Y no me atiende la prosa,
y tus versos sí, poesía
¿Te rindes a mí, celosa?