Hoy he decidido darles a conocer algo de la tradición panameña. Algo místico en que se mezcla la religión y la fe con lo mágico y extraordinario.
Todo comienza en Portobelo, ciudad del Atlántico panameño fundada por el almirante Colón en uno de sus viajes. Originalmente llamada PORTOBELLO por la belleza del relieve de su costa y la tranquilidad de las aguas en su bahía.
Fue allí donde los españoles decidieron situar la legendaria aduana por donde pasaban las inmensas riquezas provenientes del imperio INCA en el PERÚ y de toda Suramérica. Tal vez eso fue una de las razones por las cuales fue tema obligado en las mentes de Corsarios y Filibusteros de la época. Y legendarios piratas atacaron una y otra vez la ciudad en busca de oro, piedras preciosas y riquezas.
Una iglesia fue construida en el pueblo pero faltaba una imagen (costumbre española) para adornar el retablo mayor y se encargó a España. De hecho la historia registra varias versiones.
La primera es que la imagen de un Cristo llegó a tierras panameñas venía del norte rumbo a España, no era la encargada para la iglesia de Portobello.La embarcación zozobró. La otra narra que llegó del sur, procedente de Colombia que igualmente fue a dar al fondo del mar frente a Portobello, ésta última imagen era para España, de igual forma.
La imagen del Cristo fue rescatada y llevada a la Iglesia del lugar porque allí se necesitaba una. Todos observaron su belleza y la profundidad de la tristeza en su mirada. Y algo muy particular en ella. Fue tallada en un tipo de madera que tiende a tomar un color negro con el paso del tiempo. Por eso le llaman “EL CRISTO NEGRO DE PORTOBELO”. Como quiera que su destino final era España trataron en vano de sacarlo de la iglesia (lo místico se confunde con lo real), pues el mal tiempo obligaba a entrarlo nuevamente. Jamás pudo ser llevada a otro lugar y decidieron dejarla allí.
En aquellos tiempos se desató una cruel epidemia que acabó con la mitad de la población del lugar. Ciertos pobladores le imploraron a la imagen que los salvara de la muerte. Y como por designio de Dios en dos días todos sanaron. La población desde entonces le rinde tributo el 21 de octubre de cada año. Y “milagros” son reportados a todo lo largo y ancho de América, producto de las peticiones. Manifestaciones de fe se notan en algunos feligreses quienes caminan con llagas en los pies más de 150 kmts, hasta llegar a la Iglesia de San Felipe en Portobello año tras año. Hoy son miles. Doy fe de eso porque lo he visto.
La imagen del “CRISTO NEGRO DE PORTOBELO”, “EL CRISTO DE LOS MILAGROS” se internacionalizó. Muchos le llaman “EL NEGRON” y afirman haber sido “sanados”. Entre ellos el legendario Sonero Mayor, el difunto ISMAEL RIVERA, puertorriqueño, que todos los años visitaba Panamá, porque decía que su fe en el santo le curó su adicción.
En éste escrito solo presento los hechos producto de leyendas, mitos, investigaciones y declaraciones de personas. No afirmo ni niego nada con respecto a milagros. Cada quién saque sus conclusiones. Es una tradición panameña. Tradición religiosa como las hay en muchos países de Latinoamérica como: MEXICO, COLOMBIA, VENEZUELA, PERU y otros países. Todo forma parte de nuestra identidad como latinos que debemos conservar para beneficio de futuras generaciones.