El bello cielo de Quito lleno está de estrellas que se asoman tímidamente en medio del firmamento susurrando las melodiosas letras de tu nombre, y es que tu nombre evoca la belleza, delicadeza y pureza de la flor más bella de primavera.
En este momento de quietud, mi corazón empezó a pensar en estos versos que anhelo llenen de alegría tu corazón, mientras la hermosa luna plateada se refleja en mi ventana te envío este mensaje cargado de afecto y admiración
Que los ángeles te susurren canciones de paz, y que la noche te regale un sueño profundo y reparador