Es al morir el día y nacer la noche,
cuando las sombras yacen por doquier y nos acompañan.
Las tinieblas cubren nuestro entorno,
y tiñen la naturaleza.
Temo que de un abismo
oscuro salgan demonios y me lleven
con ellos hasta el fondo del averno sombrío:
pura oscuridad y terror inefable.
Silenciosa y umbría. Ella me persigue.
En cada lugar y momento, aparece mi sombra:
el oscuro reflejo de mi alma
que a veces me abandona.
Ella me persigue noche y día.
El pasado persigue el presente,
y con la angustiosa incertidumbre del futuro,
siento que ya no voy a poder ser libre.
Tengo una sombra que me atormenta:
algo destructivo que oscurece mi vida.
Hay demonios que moran en mi mente,
y a veces me dejo llevar...
La oscuridad del mundo,
me rodea y apaga la luz que hay en mí.
Aún así, el lucero celestial perdura en mi ser.
Y yo, seguiré andando entre sombras.
AUTOR: JULIO DAVID ALONSO
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