¡Grita más el viento, grita más y espanta,
que el silencio ingrato sin voz ni garganta!
¡Grita más el niño cuando está con hambre,
como las abejas dentro del enjambre!
Se quedó marchita, la flor sin estambre,
se quedó enredada como en duro alambre.
¡Grita más el cielo cuando llueve y truena,
grita más el alma si es un alma en pena!
¡Cuándo gritarán, quién su voz levanta!
¡Alcemos la voz, que no se acalambre!
¡Únanse las voces como una colmena!
Que la libertad... ¡no se vuelva ajena!
Que la libertad... ¡no tenga más fallos!
Debe resurgir... ¡el cantar de gallos!