UN VERSO
En el silencio de sus ojos
en mundo que se diete,
una pausa en su corazón,
un latido que se pierde.
En la nada de sus manos
se trazan destinos imposibles,
se desdibuja el vacío
en la intangible soledad.
Su alma traspasada por el tiempo
vaga por entre los abismos,
es apenas una rosa marchita
que desangra su tristeza.
A la distancia se oye al viento
murmurar su nombre,
es un quejido tardío
que evoca el amor que se ha ido.
Sobre las ruinas devastadas
ha de edificarse un beso
que trascienda todo
como cuando se piensa un verso.
ANGHELUZ